Entre lo hecho por el hombre y lo creado por la tierra, Stefano Ricci traza un camino donde la moda deja de ser adorno y se convierte en contemplación. En la segunda mitad de noviembre, la casa florentina presentará su colección Otoño/Invierno 26–27, un nuevo capítulo de su Explorer Project, que esta vez encuentra su inspiración en el Perú.
Distinguirse: la esencia del lujo verdadero
Desde los años ’70, cuando Stefano y Claudia Ricci fundaron la marca en Florencia, la búsqueda ha sido una sola: la distinción a través del detalle. Nacida con corbatas cosidas a mano y guiada por una devoción absoluta a la perfección artesanal, la firma evolucionó hacia la confección masculina más refinada del mundo.
Sus clientes —hombres hechos a sí mismos, discretos, exigentes, amantes de la autenticidad— encuentran en Ricci no sólo ropa, sino un lenguaje. Uno donde el lujo no grita: susurra.
El viaje como experiencia estética
Esa búsqueda de lo esencial llevó a Ricci más allá de los límites del atelier. Así nació el Explorer Project, una iniciativa que transforma cada colección en una expedición hacia territorios donde la naturaleza sigue intacta, donde el hombre aún no ha dejado su huella definitiva.
En esta edición, el destino es el Perú: un país donde la geografía y la historia dialogan con la espiritualidad. Desde Lima hasta Machu Picchu, desde el Cañón del Colca hasta el Lago Titicaca, la marca se sumerge en una cultura que no solo se contempla: se respeta.
Mission Perú: el lujo en tiempos de restitución
En el corazón de esta narrativa está Mission Perú, una travesía que es tanto estética como ética. La marca no se limita a tomar inspiración visual; honra una historia profunda: la del redescubrimiento de Machu Picchu por Hiram Bingham en 1911 y el posterior retorno de los tesoros arqueológicos a su tierra de origen.
Ricci no ignora ese episodio y lo transforma en símbolo porque en su universo el lujo no es indiferente a la historia ni al sentido de pertenencia. La elegancia, para Ricci, es también responsabilidad.
Moda que contempla, no que conquista
La campaña de Mission Perú no muestra modelos que dominan el paisaje, sino hombres que lo contemplan. La ropa no busca imponerse sobre la tierra andina, sino fundirse con ella. Cada prenda, cada textura, cada tono natural, parece querer pasar inadvertido ante la grandeza del entorno.
El resultado es una colección que se siente viva, respirando al ritmo del viento sobre la Montaña Arcoíris, del vuelo de los cóndores sobre el Cañón del Colca, del silencio sagrado del Lago Titicaca.
Un diálogo entre el hombre y la creación
La propuesta de Stefano Ricci no es simplemente vestir: es vivir con conciencia. Es una oda al equilibrio entre la mano humana y la obra del Creador. En cada costura hay respeto; en cada tejido, contemplación.
Así, la firma florentina reafirma su filosofía: el lujo auténtico no está en el exceso, sino en la armonía. En escuchar más que hablar. En mirar antes de poseer.
El alma de un viaje
Quien visite el sitio web de Stefano Ricci esperando solo ropa, encontrará algo más: una experiencia. Un recorrido visual y espiritual que invita a ralentizar el paso, a redescubrir el valor de lo hecho a mano, de lo hecho con alma.
En el encuentro entre Florencia y los Andes, entre el arte y la naturaleza, Stefano Ricci alcanza una nueva dimensión: la del lujo que trasciende la apariencia para convertirse en una forma de conciencia.
Redacción de contenido: Equipo Ailam



