En un mundo cada vez más globalizado, la artesanía sigue representando un pilar fundamental de la identidad cultural tanto en Italia como en México. Dos iniciativas recientes, aunque geográficamente distantes, muestran cómo la protección y promoción de las tradiciones artesanales están asumiendo un papel central en las políticas de ambos países.
En Lombardía, el premio «Maestros de la Excelencia» se confirma como un escaparate privilegiado para celebrar a los artesanos que encarnan la esencia del «Made in Italy». La iniciativa, apoyada por varias instituciones regionales, reconoce a aquellos artesanos lombardos que han sido capaces de combinar hábilmente la tradición y la innovación. «La artesanía representa el alma de nuestra región y un valor auténtico», dijo el concejal Mazzali, destacando cómo el sector constituye un patrimonio a preservar a través de la implicación de las nuevas generaciones.
Al otro lado del Atlántico, el gobierno mexicano ha lanzado un ambicioso programa llamado «Apoyo Financiero a Mujeres Indígenas y Afromexicanas Artesanas» (MIAA), con una inversión de 500 millones de pesos prevista para 2025. A diferencia del enfoque lombardo basado en el reconocimiento de la excelencia, la iniciativa mexicana tiene como objetivo brindar apoyo concreto a los artesanos indígenas y afromexicanos, categorías históricamente marginadas.
Las diferencias entre los dos enfoques reflejan contextos socioeconómicos distintos. Mientras que en Lombardía la artesanía ya es ampliamente reconocida como un símbolo de excelencia y prestigio internacional, en México el objetivo principal es asegurar la emancipación económica de las mujeres artesanas a través de la ayuda directa, la formación y el apoyo a la comercialización de sus productos. Un elemento común de ambas iniciativas es el deseo de proteger la propiedad intelectual: en México, a través de la protección legal de los diseños artesanales tradicionales; en Italia, realzando la singularidad de las creaciones artesanales lombardas frente a la homologación de la producción industrial.
A pesar de sus diferencias, ambos proyectos comparten la conciencia de que la artesanía representa no solo un sector económico, sino un patrimonio cultural a salvaguardar. Lombardía se centra en la celebración de la excelencia y el atractivo internacional del «Made in Italy», mientras que México hace hincapié en la inclusión social y la mejora de las comunidades indígenas.
Estos dos modelos, aparentemente distantes, podrían representar fuentes de inspiración mutua: Italia podría inspirarse en el enfoque inclusivo mexicano, mientras que México podría mirar a la experiencia italiana en la creación de una marca reconocida a nivel mundial.
Las iniciativas de Lombardía y México demuestran cómo, en una época dominada por la producción en masa, el redescubrimiento y la valorización de la artesanía tradicional pueden representar no sólo un retorno a las raíces culturales, sino también una oportunidad para el desarrollo económico sostenible y la cohesión social.
Edición de contenido: Team Ailam
Colaborador: Giuseppe de Censo